Por: Carlos Andrés Vinasco
Las comunidades indígenas Embera y Nasa han sido víctimas de desplazamiento a causa de la violencia y el conflicto armado en el departamento. En el Caquetá, estas comunidades se encuentran en proceso de reubicación en un nuevo territorio, su adaptación a las dinámicas de los terrenos asignados por el Incoder y en pro de superar su condición de víctimas.
Con el ánimo de fortalecer sus dinámicas y aportar al goce efectivo de derechos de esta población, la fundación REDCaquetáPaz está desarrollando el proyecto “Seguridad Alimentaria con Enfoque Diferencial” con la financiación de el ACNUR, el Secretariado Nacional de Pastoral Social y la articulación con la fundación Yapawaira; esta iniciativa busca construir un modelo de seguridad alimentaria con productos tradicionales, para dar pasos contundentes hacia la autonomía alimentaria.
En el marco del proyecto se viene construyendo de forma colectiva con 47 familias Emberas y 12 Nasas un modelo de seguridad alimentaria a partir de las prácticas y costumbres agrícolas tradicionales, que garantice el acceso a alimentos autóctonos y así asegurar una adecuada nutrición acorde a sus necesidades y requerimientos, favoreciendo el enfoque étnico y el respeto por sus culturas.
El equipo de trabajo del eje de inclusión socioeconómica de la REDCaquetáPaz, ha construido una ruta conjunta de trabajo con las comunidades que parte del reconocimiento de su territorio, para definir el uso actual y su productividad potencial, generando arraigo e identidad.
De otro lado y como aspecto complementario, se está definiendo el estado nutricional de niños, niñas, jóvenes, adolescentes y adultos, a partir de la aplicación de una herramienta para identificar la disponibilidad, el acceso, el consumo, el aprovechamiento biológico y calidad e inocuidad de los productos, lo que permite analizar los porcentajes de producción, la fuentes de adquisición de alimentos, las cantidades, formas de preparación de los alimentos y aportes a la salud.
Así mismo se ha realizado un tamizaje que nos brinda información sobre peso, talla y medida de los habitantes, información que indica probables alteraciones de crecimiento y desarrollado. Cada uno de estos componentes abordados con el propósito de construir una canasta nutricional acorde a sus necesidades y por supuesto información básica para el establecimiento de un sistema productivo con alimentos tradicionales.
Sin lugar a dudas el desarraigo de los territorios ancestrales colapsa aspectos estructurales en el quehacer de las culturas indígenas, sin embargo la asignación de nuevos territorios impone retos y desafíos en relación a que las comunidades generen procesos de arraigo de su territorio y lo planifiquen. En este sentido se han realizado actividades de reconocimiento por parte de las familias, identificando áreas de conservación, áreas para establecimiento de sistemas productivos y sitios sagrados. El recorrido fue complementado con un escenario de proyección participativo a través de una lluvia de ideas plasmadas con colores sobre el mapa del nuevo territorio.
Estas actividades se suman a la construcción del modelo productivo de seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades indígenas Embera y Nasa, logrando arraigo y recuperación de sus prácticas agrícolas tradicionales y mejoramiento de la calidad de vida de la población bajo el enfoque étnico y diferencial.