Obispo Omar de Jesús Mejía Giraldo
¿Calidad de vida o dignidad de la vida? Esta es la pregunta que podríamos plantearnos en este momento histórico, cuando en tantas conferencias, a tantas personalidades y a través de todos los medios de comunicación se escucha hablar de crecimiento integral. Crecimiento integral sí, pero buscando ¿calidad de vida o dignidad de la vida?
Creo que sea conveniente según mi criterio y lo que he podido observar, ver e interpretar…, aclarar qué entiende una gran parte del mundo por calidad de vida, generalmente: poseer muchas cosas materiales…, en realidad eso será calidad de vida, tal vez sí, pero para unos cuantos que finalmente logran acaparar bastante dinero para darse la «dolce vita» como dirían los italianos.
¿Saben que me ha admirado a mí de esta fundación Red Caquetá Paz? He visto, he leído, he escuchado su filosofía, sus intenciones y su trabajo y descubro que su preocupación última no es la calidad de vida, sino la lucha constante porque su red de pobladores cada día adquiera una mejor dignidad de vida. ¿Cómo lo hace? A través de un trabajo constante por acompañar desde el desarrollo armónico integral a una gran cantidad de personas que le han creído y han permitido que sus proyectos de desarrollo se hagan realidad en sus comunidades.
La REDCaquetáPaz ha entendido desde el principio que no se trata de calidad de vida, se trata de dignidad de la vida, esto sí que vale la pena, porque consiste fundamentalmente en promover desarrollo desde dentro, desde la humano, lo espiritual, lo fraterno; desde la comunión y lo comunitario, desde los pequeños detalles de cada día.
De mi parte queda felicitarlos por el esfuerzo constante que realizan, por la lucha de cada día por acercarse cada vez más y más a las comunidades más necesitadas de este bello departamento del Caquetá. Adelante, sigan con el mismo entusiasmo con el cual han entregado lo mejor hasta el momento. El camino por recorrer es largo, pero cuando se tiene un buen horizonte siempre se tendrá claridad y habrá razones suficientes para gastar las energías en bien de los demás.